saltar al contenido Saltar a la navegación principal Saltar al pie de página

LAS OBRAS BUSCAN DEVOLVER A LA PLAYA DE LA MADALENA Y SU SISTEMA DUNAR A SUS CONDICIONES NATURALES

El Ayuntamiento de Cedeira es consciente del impacto visual y mismo emocional que pueden ocasionar las obras de regeneración de la playa de la Madalena, por lo que quiere recordar los aspectos fundamentales del proyecto y de su declaración de impacto ambiental. Hay que subrayar que el objetivo de la actuación es devolverle a la playa y al cordón dunar sus condiciones naturales, que perdió hace muchos años como resultado de las acciones humanas y de los temporales.
El proyecto y la declaración de impacto ambiental fueron sometidos la información pública (plazo en el cual solo un vecino de Cedeira presentó alegatos, mientras que los grupos políticos de Cedeira lo aprobaron por unanimidad). Sin embargo, el proyecto tuvo muchos añadidos derivados de los alegatos presentados por distintos servicios de las administraciones públicas con relevancia sectorial (Mar, Medio Ambiente, Patrimonio …). Finalmente, fue aprobado por resolución de la Dirección General de espaldas en febrero del 2024, y las obras, promovidas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la Demarcación de Costas de Galicia, comenzaron recientemente.

Los problemas de la playa de la Madalena se remontan a décadas atrás. La acción humana, la dinámica erosiva de la ría y los temporales provocaron desde hace tiempo un importante retroceso en la línea de costa. Ya en 2001, mediante la aportación de 150.000m3 de arena, se intentó recuperar la playa. Fue necesaria otra aportación en el año 2009. Tras los temporales del 2014 se instaló un vallado de madera sobre los taludes formados para tratar de reducir la erosión en la duna, pero en años posteriores dicho vallado también se vino afectado por el efecto de los temporales y se generó de nuevo una duna inestable en su zona superior. No solo los temporales, también las obras realizadas (en el mar y en la tierra) y la presencia de vegetación colonizadora han impedido a lo largo de los años el normal funcionamiento del conjunto duna-playa, alterando el equilibrio del ecosistema.

A la vista de lo anterior, resultó evidente que era precisa de una solución integral y definitiva. De ahí que la Dirección General de Costas había diseñado una propuesta para dotar la línea de costa de una configuración que atribuirte estabilidad, tanto en el arenal como en el cordón dunar, y protección de la zona urbana colindante. Las actuaciones a acometer son las siguientes:

– Control de la regresión de la línea de costa y protección del área urbana colindante, mediante la recuperación de la función de defensa de la playa, dotándola de una anchura que permita disipar de forma efectiva la fuerza de los oleajes durante los temporales. Para esto será necesario aportar unos 55.000 m3 de arena que permitirán conseguir unos anchos de playa seca mayores, en las partes más afectadas por los temporales.

– Mejora del encauzamento de las desembocaduras del río Condomiñas y del Regato de Veiga: para esto es necesaria la construcción de un espigón corto de encauzamiento en la margen izquierda de la desembocadura del río Condomiñas, para dar apoyo lateral al perfil de regeneración y que tendrá una longitud de 77m, así como la de otro espigón de madera de 102m para encauzar el riachuelo de A Veiga y dar apoyo lateral al perfil de regeneración.

– Recuperación del sistema dunar desde el punto de vista estructural y de la vegetación: la reconstrucción del sistema dunar requiere eliminar previamente toda la materia vegetal y el suelo ya formado, dejando solo el sustrato arenoso inferior, libre de restos y de semillas. Y esto conlleva la retirada de las especies arbóreas y herbáceas colonizadoras que, con su enraizamiento, impedían la movilidad natural de la arena del sistema dunar. En las áreas más densamente ocupadas, estos árboles provocaban, con la caída de las hojas, un suelo rico en materia orgánica que favorecía el desarrollo de especies herbáceas e invasoras que alteran el hábitat propio de las dunas costeras.

– Creación de dos nuevos accesos peatonales a la playa mediante la construcción de pasarelas de madera.

El Ayuntamiento de Cedeira quiere desmentir la “supuesta destrucción del sistema dunar” sobre la que se está a generar cierta alarma social. Es precisamente el contrario, las obras van a permitir la recuperación de la duna con el objetivo de devolverle la configuración del año 1956 y en las mismas se tomaron como referencia las playas del entorno que presentan dunas bien conservadas.

Cabe destacar que ese espacio verde que se fue formando como resultado de acciones humanas, y que estábamos acostumbrados a ver, en la realidad contenía un ecosistema que había perdido sus condiciones naturales, presentando un avanzado estado de deterioro por la destrucción de su estructura funcional y de los hábitats asociados a él.

La plantación de especies arbóreas modificaron las condiciones naturales y facilitaron la proliferación de especies invasoras. La presencia de zonas sin vegetación debida a los caminos creados por la acción humana para acceder a la playa y pasear, así como otras actuaciones antrópicas y los resultados de los temporales contribuyeron de manera definitiva a conseguir el perfil desnaturalizado que presentaba el sistema dunar de la Madalena.

La recuperación de la duna lleva aparejada también la regeneración de la playa, para que puedan funcionar como un conjunto que amortigüe los impactos de los temporales y del cambio climático, evitando que la línea de regresión de la costa continúe hasta llegar a las edificaciones.

A pesar de que inicialmente se contempló solo la eliminación de los árboles presentes en el sistema dunar (necesario para su recuperación y posterior normal funcionamiento) y la conservación de aquellos ejemplares más próximos al paseo, localizados fuera del área de actuación, estos últimos también tuvieron que ser talados por presentar problemas de salud que comprometían su viabilidad en el tiempo y también la seguridad ciudadana.

Con la intención de seguir conservando una zona verde que atribuirte sombra a lo largo del paseo y de conservar una estética parecida a la que existía antes de las actuaciones en el cordón dunar, el Ayuntamiento solicitó autorización a la Demarcación de Costas para repoblar con especies arbóreas y arbustivas autóctonas la zona más próxima al muro del paseo de la playa, fuera del espacio necesario para la reconstrucción.

Volver arriba